Las fiestas de San Antonio Abad son un conjunto de celebraciones festivas que tienen lugar alrededor del día 17 de Enero, onomástica de este santo barbudo, popularmente conocido como “Sant Antoni del Porquet”. Patrón de todos los animales, especialmente de los domésticos, durante siglos ha sido el protector de los animales de tiro y de los que realizaban los trabajos del campo.
La primera referencia a la fiesta
de San Antonio en las comarcas de Castellón se remonta al siglo XIV, según
los documentos del sínodo del obispo de Tortosa Francesc de Paholac,
realizado en 1311. El norte de la actual provincia de Castellón, y por tanto,
Oropesa, en aquel entonces pertenecían al Obispado de Tortosa.
Tenemos noticias documentadas de las celebraciones de Sant Antoni Abat en nuestra población del año 1770, donde se nombraban entre los vecinos a dos clavarios para la organización de las fiestas dedicadas a este santo, con un gasto anual de veinte pesos a cargo de la Vila.
El origen de esta celebración nos traslada a cuando los niños y jóvenes de Oropesa, desde las afueras del pueblo, arrastraban les “argilagues” (aliagas) que, previamente habían recogido para la construcción de las típicas hogueras.
Cada casa y cada familia encendían su hoguera
confeccionada con “argilagues” y trastos viejos de madera.
Se quemaban la víspera de San Antonio Abad en
honor al Santo. La tradición cuenta que el humo y sonido que se produce al
quemar “les argilagues” espanta al demonio y males relacionados con este.
“Les fogueres de Sant Antoni” adquirieron tal importancia en Oropesa, que nuestros mayores
cuentan que cuando se encendían hacia las siete de la tarde, al toque del Ave
María, los jóvenes podían recorrer todo
el pueblo saltando las hogueras de una en una.
Antiguamente, la bendición de los animales tenía lugar en la puerta de la iglesia, antes de anochecer y más tarde, ya de noche, se daba “la coqueta”, dando primero tres vueltas por delante del estandarte o guión del Santo. Actualmente, la bendición se hace momentos antes del reparto de la coqueta. Los dulces típicos de la fiesta de San Antonio son la coqueta, el pastisset de moniato y el prim.
En Oropesa se pierde en el recuerdo de las
personas la tradición y acto festivo de disfrazarse para asistir a la bendición de los animales y posterior
reparto de la coqueta. Según tradición antigua, la presencia del guión de San
Antonio en el sitio donde se dan las coquetas y el desfile por delante de este
del “tropell”, las carrozas y personas disfrazadas
tiene el simbolismo de las tentaciones que sufrió el Santo por parte del
demonio durante toda su vida.