jueves, 18 de enero de 2024

Sant Antoni a Orpesa

Las fiestas de San Antonio Abad  son un conjunto de celebraciones festivas que tienen lugar alrededor del día 17 de Enero, onomástica de este santo barbudo, popularmente conocido como “Sant Antoni del Porquet”. Patrón de todos los animales, especialmente de los domésticos,  durante siglos ha sido el protector de los animales de  tiro y de los que realizaban los trabajos del campo.

La primera referencia a la fiesta de San Antonio en las comarcas de Castellón se remonta al siglo XIV, según los documentos del sínodo del obispo de Tortosa Francesc de Paholac, realizado en 1311. El norte de la actual provincia de Castellón, y por tanto, Oropesa, en aquel entonces pertenecían al Obispado de Tortosa.

Tenemos noticias documentadas de las celebraciones de Sant Antoni Abat en nuestra población del año 1770, donde se nombraban entre los vecinos a dos clavarios para la organización de las fiestas dedicadas a este santo, con un gasto anual de veinte pesos a cargo de la Vila.

Aunque se festeja de muchas maneras diferentes en las distintas localidades, todas tienen en común la bendición de los animales, el reparto de dulces típicos, y el fuego, tan vinculado a las culturas mediterráneas y símbolo de purificación/protección y ritual de renovación de la vida para propiciar el paso del invierno a la primavera,

San Antonio también es patrón de los arrieros (traginers en valenciano) y es por esto que el oficio de arriero y los elementos típicos del mismo, como el carro y los animales de carga, están presentes en los diferentes actos que tienen lugar en nuestra población, como “l’entrà de les argilagues”.

El origen de esta celebración nos traslada a cuando los niños y jóvenes de Oropesa, desde las afueras del pueblo, arrastraban les “argilagues” (aliagas) que, previamente habían recogido para la construcción de las típicas hogueras.

Cada casa y cada familia encendían su hoguera confeccionada con “argilagues” y trastos viejos de madera.

Se quemaban la víspera de San Antonio Abad en honor al Santo. La tradición cuenta que el humo y sonido que se produce al quemar “les argilagues” espanta al demonio y males relacionados con este.

“Les fogueres de Sant Antoni” adquirieron tal importancia en Oropesa, que nuestros mayores cuentan que cuando se encendían hacia las siete de la tarde, al toque del Ave María,  los jóvenes podían recorrer todo el pueblo saltando las hogueras de una en una.

Antiguamente, la bendición de los animales tenía lugar en la puerta de la iglesia, antes de anochecer y más tarde, ya de noche, se daba “la coqueta”, dando primero tres vueltas por delante del estandarte o guión del Santo. Actualmente, la bendición se hace momentos antes del reparto de la coqueta. Los dulces típicos de la fiesta de San Antonio son la coqueta, el pastisset de moniato y el prim.



 En Oropesa se pierde en el recuerdo de las personas la tradición y acto festivo de disfrazarse para asistir  a la bendición de los animales y posterior reparto de la coqueta. Según tradición antigua, la presencia del guión de San Antonio en el sitio donde se dan las coquetas y el desfile por delante de este del “tropell”,  las carrozas y personas disfrazadas tiene el simbolismo de las tentaciones que sufrió el Santo por parte del demonio durante toda su vida.



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